lunes, 10 de noviembre de 2014

El hijo de Darwin

Tengo el trabajo más extraño del mundo, casi nadie sabe de su existencia. Soy el susurro del viento en una noche oscura. Soy el sudor frío antes de que la aguja entre en tu piel. Yo soy el temblor que te recorre cuando te asomas al abismo. Yo soy la sombra en el espejo mientras buscas la llave de la luz. Soy el rostro de las estatuas cuando no miras. Yo soy el que te mantiene en alerta y te permite combatir tus miedos. Sin mí, estarías muerto.

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