jueves, 6 de noviembre de 2014

El rostro de la muerte

Habéis oído las historias de la vieja casa al final de la calle. Dicen que era un devoto del demonio que quemó a su familia. Dicen que el humo inundó el barrio. Otros aseguran que era un hombre amable que invitaba a niños, luego los descuartizaba y se comía sus huesos. Los vecinos cuentan cómo cavaba tumbas en el jardín. La gente que paseaba de noche creía ver sombras en las ventanas. Yo me pregunto, ¿por qué no venís a visitarme y me lo preguntáis a la cara?

No hay comentarios:

Publicar un comentario